Estamos más enamorados del deseo que del objeto deseado. Buscamos la búsqueda. He ahí el laberinto sin salida. En el que se respira el gas del sueño. Que nos baña en intensidad y en disconformidad. Que da lugar a la autosuperacion... ¿o sera a la ambición? Ambición de poder... de conocimiento, de alcanzar cualquier horizonte en el que proyectemos la felicidad. Solo son excusas para dormir. ¿Será que solo se encuentra al dejar de buscar? Esperar sin codiciar, dejarse encontrar por la salida del laberinto, invertir los roles para gobernar el juego. Lucas Blanco.

viernes, 27 de enero de 2012

NAHVALR



El hombre del turbante azul
pasea con su camello
y su instrumento
por las dunas del laberinto de tu oreja.

Pensando en vos alta,
buscando una salida
y sin darse cuenta.. te susurra en el oído sus reflexiones

-Nunca es facil encontrar la salida,
no hay dos orejas iguales.
-Dice el hombre diminuto.

Y vos ahi sentado.. con la mirada fija en el vacio
siendo testigo..
te dejas guiar por las huellas de su camello,
por las notas de su citar
y soltas el hilo

La musica que crea inunda de arena todos tus sentidos
y a tu alrededor nace un desierto en el que comenzas a caminar..

la voz del arabe resuena como un eco lejano
que viene del cielo
en forma de musica

y te das cuenta de que con las sensaciones que te produce
comprendes lo que el viento le responde para ayudarlo

-Este laberinto es el de tu propia oreja.

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